lunes, 24 de noviembre de 2014

Peter Pan en Casa

El Diario Sur de Málaga ha publicado con fecha 24 de noviembre de 2014 un artículo mío  titulado Peter Pan en casa. Se trata de una opinión personal sobre algunos aspectos de la educación y los jóvenes. 
Si tienes hijos o conocidos adolescentes, quizás te sientas identificado con el artículo.
Te paso en este blog el artículo, para que puedas leerlo con más facilidad.


Peter Pan en Casa -El síndrome de Peter Pan-


«Lo tienen todo, sus necesidades están cubiertas en todos los sentidos y por eso no quieren salir de su burbuja. Han creado su propio país de nunca jamás».



Peter Pan es un personaje ficticio, aunque su historia está inspirada en la vida misma. ¿Quién iba a decirle a D. James Mattew, en 1904, año en que estrenó su obra, que la forma de ser de su personaje se propagaría entre los jóvenes un siglo después?
Todos conocemos la historia de Peter Pan (PP), un joven que no quería crecer. Pues bien, cuando analizamos el cuento encontramos muchas similitudes con algunos de los jóvenes actuales que se sienten afectados por este síndrome. Veamos algunas de ellas:
EL PAÍS DE NUNCA JAMÁS (PNJ) vs. EL HOGAR. Este país es una isla donde vive PP; se trata de un hábitat que le proporciona la misma seguridad que el hogar familiar.
CAMPANILLA vs. MAMÁ. Campanilla es el hada que crió a PP. Lo quiere y lo protege al igual que una madre quiere a su hijo.
LOS PIRATAS vs. LOS POLÍTICOS. Los piratas son los enemigos de Peter, los que impiden que su país sea perfecto. En la actualidad, los políticos son una especie de enemigos de los jóvenes: ellos creen que les han robado su futuro, sus ilusiones, el trabajo y el bienestar.
LOS NIÑOS PERDIDOS vs. LOS COLEGAS. Estos chicos son amigos íntimos de Peter Pan, tampoco quieren crecer y se sienten perdidos sin su líder. Los colegas actuales, los amigos, en algunos casos también están un poco perdidos, sin sueños y sin saber qué hacer ni hacia dónde dirigir sus esfuerzos.
WENDY vs. LA NOVIA. Wendy es una chica hermosa y Peter se enamora de ella, por eso se la lleva al PNJ. Hoy en día algunos jóvenes se llevan a vivir a sus novias a sus habitaciones, lo que hace que aún se sientan más cómodos en su hogar, sin que tengan que renunciar a nada en particular.
PETER PAN vs LOS JÓVENES. Peter se siente un ser único, se ha criado como un ser egoísta y caprichoso, se cree especial por su capacidad para volar; a su vez,  también es generoso y tiene buen corazón. En su mundo tiene todo lo que necesita para ser feliz, por ello, no quiere crecer, no hay nada en el exterior que le interese y que le haga madurar.
Este paralelismo, aunque de forma dimensionada es saludable para los jóvenes, suele convertirse en nocivosi se alarga en el tiempo. En muchas ocasiones los padres  facilitamos en exceso las cosas a nuestros hijos y los convertimos en seres inmóviles. ¿Para qué voy a ir a cazar -si me traen la comida a mis pies? De alguna forma les enseñamos- «la ley del mínimo esfuerzo»: para los jóvenes es una situación perfecta, lo tienen todo, sus necesidades están cubiertas en todos los sentidos; por eso no quieren salir de su burbuja. Han creado su propio país de nunca jamás.
Pero el futuro llega, se aproxima y termina llamando a las puertas inexorablemente, y ese hecho invita a responder a Peter Pan. Estas son algunas de esas llamadas:
·         Algunos amigos empiezan a marcharse, a crecer y a madurar; han encontrado trabajo o algo en lo que ocuparse y ya no te adoran como antes.
·         Tu novia empieza a ver el futuro y quiere construir un hogar que le dé un mínimo de seguridad, sin darse cuenta; ha empezado a madurar y te reclama que cambies o ella se irá.
·         Tus padres empiezan a impacientarse y, cuando miran tu futuro, no lo ven claro. Sienten que estás perdido y eso empieza a preocuparles. Esa presión se va incrementando con el tiempo y ahora los peterpanes piensan que el mundo se ha vuelto contra ellos y que este es una mierda.
Estas acciones hacen que te despiertes, sientes como si la magia que tenías hubiese desaparecido. Tu PNJ empieza a desmoronarse como un castillo de naipes  al no haber creído en el futuro y no haberte preparado bien para vivir en él. Estos son algunos de los retos que tienen que afrontar los PP:
·         No se sienten seguros. Son como una rana a la que han sacado de su charca: están en un lugar que no reconocen y que les resulta hostil.
·         Puesto que han vivido en una burbuja casi perfecta, no están preparados para superar retos ni para resolver problemas.
·         No se han formado bien, lo cual es un factor más para que las ofertas de trabajo que encuentran sean de baja calidad, llenándoles a su vez de frustración y les haga pensar que el futuro es una mierda.
·         Al haber vivido en la zona de comodidad y de disfrute, no conocen el esfuerzo y el sacrificio; llegan a pensar que eso es solo para los esclavos, así que deben aprender a esforzarse.
En ocasiones los padres también somos responsables de esta situación. Con demasiada frecuencia los sobreprotegemos, y a veces, creemos que dar comodidad es igual a dar amor. Con solemos convertir en «colegas» de nuestros hijos, cuando lo que de verdad necesitan son unos «padres» que actúen como tales.
Todas estas reflexiones son el fruto de la observación después de haber estado implicado durante 30 años en procesos educativos con jóvenes. Espero que estas aportaciones puedan ayudar a  padres o educadores y que contribuyan a construir un futuro mejor para nuestros jóvenes.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Un momento de felicidad

En este vídeo he querido reflejar algunas frases inspiradoras extraídas del libro Regálate Felicidad.
Espero y deseo que compartas algunas de ellas.
Si te has sentido identificado puedes rellenar la encuesta o contestar alguna de las preguntas que aparecen en la pagina web

domingo, 2 de noviembre de 2014

NO ES SÓLO CUESTIÓN DE TALENTO



En estas fechas recibo mucha informacion referente al Talento, eso me ha hecho reflexionar sobre el articulo que publique en el diario Sur, al leerlo de nuevo, creo que sigue estando de actualidad.
Espero que compartas estas ideas y te guste el articulo

Hoy en día vivimos en un momento en el que se han puesto de moda términos como “atraer el talento”, “gestionar el talento” o “fidelizar el  talento”.  Parece que desde hace unos años no podemos hacer nada en nuestras organizaciones si no hay talento. Es como si éste hubiese emergido de las profundidades o abismos de los mares para aparecer en los escenarios de las organizaciones y convertirse en la estrella del firmamento.
Sin lugar a dudas, hay personas que gozan de unas características especiales, únicas e indiscutibles y, con ello, de un gran valor, lo que les permite hacer, ver o crear donde una gran mayoría no podría. Sin embargo, en muchas ocasiones, “el talento está sobrevalorado”, pues la posesión de algún aspecto sobresaliente para realizar algún que otro quehacer no los faculta en otras áreas que sí son imprescindibles, como la motivación, el querer hacer, la integración dentro de un equipo, la capacidad para empatizar con los demás o incluso el tener autocontrol de las propias emociones.
El talento individual a veces puede ser un auténtico cóctel molotov cuando éste actúa en la organización como un “llanero solitario” y, en muchas ocasiones así ocurre, se podría alcanzar situaciones contraproducentes y comprometidas, a no ser que se consiga que ese gran talento se ponga al servicio del equipo y de la empresa.
Por eso, puedo asegurar que el talento por sí solo es insuficiente e incluso con connotaciones negativas, pues puede llegar a generar malestar dentro del clima organizativo si éste no va acompañado de otros aspectos emocionales más vitales e imprescindibles.
Este hecho se ve gráficamente en los grandes equipos de fútbol, donde jugadores con grandes aptitudes y habilidades no son capaces de sincronizarse entre sí, consiguiendo ser derrotados por equipos inferiores aunque con una mayor colaboración de todos sus jugadores.
La organización deberá plantearse seriamente si desea apostar por individuos con un gran talento personal pero con dificultades para interactuar y generar dinámicas de interdependencia, o por el contrario, por personas ordinarias con capacidad para sincronizar y aunar sus energías y conseguir acciones extraordinarias.
Es muy común que las personas que gozan de talento tengan un gran coeficiente de inteligencia, lo que las hace en más de una ocasión exclusivas, pero puede ocurrir que a veces tengan dificultades para integrarse dentro de la dinámica y de la disciplina del trabajo en equipo, lo cual les reporta animadversión y exclusiones dentro del círculo de personas con las que se interrelacionan.
 Si bien todos conocemos a personas con un talento especial y extraordinario, el que suscribe apuesta por el espíritu de colaboración y cooperación. Creo sin lugar a dudas en la sinergia y en la máxima de que el poder colectivo supera con creces al poder individual. Son muchas las personas que han llegado a organizaciones con expectativas normales y que, tras integrarse e involucrarse, han sido capaces de sobresalir y de dar lo mejor de ellas. Todos tenemos en el fondo un gran talento y, aunque en muchas ocasiones éste permanece oculto durante un tiempo, lo cierto es que está aguardando en el interior para aflorar si se dan las circunstancias adecuadas.
Son muchas las organizaciones y empresas de cazatalentos que tienen el objetivo de encontrar a esa persona mágica que goce de un talento especial (y sin duda las hay) y que sea capaz de transformar y modificar la organización con su varita mágica.
Los grandes depredadores de la sabana africana no son los guepardos, animales dotados de una habilidad especial para la carrera superando los 110km cuyo grado de eficacia en la caza no supera el 30%; hay otros colectivos, como los perros salvajes, cuyo nivel de eficiencia supera el 80%. En la empresa, en muchas ocasiones nos quedamos sorprendidos y anonadados por la velocidad de los guepardos sin pararnos a pensar que su eficacia es pobre cuando actúa en solitario, dejando de valorar a otras personas que, a pesar de que no corren demasiado y de que sus garras no son mortales, cuentan con una auténtica fortaleza: la cooperación y la sinergia de sus fuerzas.
A veces me genera cierta tristeza cuando oigo hablar del talento personal en las organizaciones, no porque no crea en él (tengo grandes amigos con enormes capacidades), sino porque parece que sólo le ponemos énfasis a aspectos individuales e individualistas y restándole importancia a las sinergias que se pueden crear con el trabajo cooperativo, olvidándonos o quejándonos posteriormente cuando el equipo no funciona bien. En muchas ocasiones en las organizaciones que crean talento aislado se crean pequeños reinos de taifas donde no se es capaz de derrumbar las murallas, provocando la incomunicación y el aislamiento.
Con todo ello quiero manifestar que sí creo en el talento, pero en el talento cooperativo e integrador, en ése que es capaz de ponerse al servicio de los demás, en el talento colaborador que es capaz de generar sinergias positivas dentro de la organización. Buscarlo, desarrollarlo y potenciarlo es, sin lugar a dudas, una responsabilidad de todos.