Ahora puedes conocer algunas claves que pueden contribuir a mejorar vuestra relación, pues he tenido la satisfacción de que una pagina web especializada en temas de salud y bienestar personal como es Crece Joven haya publicado un articulo mio denominado "Reiluisonate con tu pareja".
Puedes leerlo completo con sus fotos y diseño pincha aquí
Espero que si tienes pareja, este articulo pueda aportarte algunas sugerencias que te ayuden en tu relación de pareja y que a veces tan difícil se hace.
Aqui te expongo el articulo completo.
RE…ILUSIÓNATE CON TU PAREJA
Hace unos días he podido ver la película Si de verdad quieres,
con Meryl Streep y Tommy Lee Jones, y reconozco que me ha dado mucho que
pensar. ¿Cómo es posible que dos personas que se quieren y se desean lleguen a
esa situación? En mi opinión, la película refleja perfectamente una cruda y
triste realidad: esa realidad en la que muchas parejas, después de llevar
varios años casados, han convertido la apatía y la falta de comunicación en su
cotidiano modus vivendi.
Pero, ¿por qué se llega a esa situación? Según se desprende de la película,
hay un momento en el que dejamos de luchar, tiramos la toalla. Nos convertimos
en ese «elefante de circo» que ya no lucha por soltarse de esa ligera cuerda
atada a una pequeña estaca, ese elefante que tras llevar años tirando de una
cadena atada ha comprendido que no puede soltarse y que, en consecuencia, ya no
le merece la pena luchar más. Son tantos los intentos, las palabras, los
fracasos… que uno sabe que no hay solución.
En la película también se pone de manifiesto que uno de los orígenes de la
frialdad emocional es la falta de contactos íntimos. Eso demuestra que todos
necesitamos ser acariciados, abrazados y sentir el contacto de otra piel
apasionada que te diga con gestos, no con palabras, que te quiere. Necesitas
sentirlo y vivirlo, pues ese es el lenguaje del corazón. Cuando este alimento
falta y su ausencia se reitera en el tiempo todo ello termina por crear un muro
que dificulta la comunicación. Tu alma ya no puede expresarse y decide
encerrarse en sí misma sin decir lo que siente y lo que anhela. Al final, uno
termina tratando a su pareja como un elemento inerte, algo parecido a un mueble
donde el tema preferido de conversación es el estado climatológico del día, es
decir, el tema que la gente elige cuando no sabe qué decir. Este estado
incrementa la soledad personal y hace que te sientas cada vez más solo a pesar
de estar acompañado, lo que a la misma vez te genera una gran sensación de
desdicha.
Mi mujer, que vio la película conmigo, cuando terminó me dijo: «¡Menos mal
que se han dado una oportunidad antes de tirar la toalla!». Yo, sin embargo, le
respondí: «Lo mejor es no llegar a esa situación. Hay que evitar esos
acontecimientos que atormentan nuestra alma».
Todo esto me hizo pensar… ¿Qué se puede hacer para no llegar a esa
situación? ¿Qué se puede hacer cuando empezamos a vislumbrar que algunos de estos síntomas ya han aparecido en
nuestra vida? La respuesta surgió fácil: ¡RE…ILUSIONARSE con la pareja!
La ilusión no es permanente, sino que es algo que viene y se va, que sube y
baja. Para que la ilusión esté siempre en nuestra vida, hay que trabajarla de
forma continua, al igual que el estado físico del deportista.
Cuando se piensa en la re…ilusión, suelen aparecer algunos demonios del
pasado que nos cuestionan cómo vamos a reilusionarnos con la cantidad de
defectos que tiene nuestra pareja, con la cantidad de cosas que han pasado, que
nos ha dicho o que incluso ha dejado de hacer. Si algo sabemos con claridad,
eso son los defectos y los detalles que no soportamos de nuestra pareja,
algunos de los cuales parecen insalvables.
Creemos que podemos cambiar los hábitos y las actitudes de nuestra pareja,
siempre hemos soñado con ello. Si bien sabemos que es posible, debemos ser
conscientes que es difícil, máxime cuando no hay una motivación que favorezca
el cambio.
Lo mejor que podemos hacer es comprender que podemos aprender a convivir y
aceptar las imperfecciones sin que reaccionemos contra ellas con virulencia, ni
que estas saquen lo peor que llevamos dentro, aprendiendo a aceptarlas y ver lo
bueno que a veces puede haber en ellas. La Torre de Pisa no es perfecta, es en
su imperfección donde de encuentra su belleza. Dumbo no era un elefante
atractivo para ninguna madre, pero sus enormes orejas le convirtieron en algo
único y exclusivo: sus feas y grandes orejas le convirtieron en un ser preciado
y especial. Hace algunos años yo era despistado, lo cual sacaba de quicio a mi
mujer. Ella aprendió a aceptarlo y ahora
es motivo de risas e incluso de ligeras bromas familiares. Todos hemos
aprendido a convivir con naturalidad con ese detalle.
Pero, ¿qué acciones concretas puedo emprender para re…ilusionarme con mi
pareja?
Posiblemente creas que no puedes hacer nada y que tú y tu pareja vais
camino de la perdición. Si lo crees de
verdad, seguro que así será. Pero si todavía piensas que aún hay alguna
posibilidad, merecerá la pena intentarlo. Aquí aporto algunas ideas que pueden
ayudar a recuperar la ilusión:
1. Desea reilusionarte: El deseo es la fuente de todo cambio. El deseo es lo que te permite sacar
fuerzas y determinación para afrontar cualquier reto u obstáculo. El deseo,
generador de las grandes conquistas y de las grandes transformaciones, nace en
tu corazón. Búscalo, desempólvalo y ponlo encima de la mesa. Sin él no
encontraremos el impulso necesario para acometer todos los pasos siguientes.
2. Juega a recordar los momentos
agradables con tu pareja. ¿Qué te enamoró? ¿Qué recuerdos inolvidables tienes? ¿Qué detalles te
sorprendieron? ¿Qué sentías cuando te llamaba o veías a tu pareja? ¿Qué
ilusiones tenías? Es bueno que cada uno haga su listado y que os los
intercambiéis. También sería conveniente que preparéis ese momento. Por
ejemplo, después de una cena, sentados cómodamente en el sofá… Al principio
será algo incómodo. Lleváis tanto tiempo sin abrir vuestro lado más intimo que
os parecerá algo ridículo. No importa si lo que vas a decir ya los has dicho.
Vuelve a hacerlo, y si puedes aportar algún detalle nuevo, aporta alguna
pincelada escondida. A su vez, crea expectación y expectativas, considera ese
listado como algo mejor que un tesoro. Para la otra persona sin lugar a dudas
lo será. Sé sincero y habla desde el corazón, el cual necesita expresarse al
igual que la otra persona necesita escucharlo como «maná» caído del cielo. Si
lo haces con sinceridad, nada podrá seguir igual. El corazón volverá de alguna
forma a florecer, pues nadie puede resistirse a la fuerza del amor.
3. Sigue jugando… Haz un listado con todo lo que te
gustaría hacer con tu pareja. Planifica actividades, viajes, aficiones,
momentos para compartir que signifiquen
mucho para ti y que quieres compartir. Compra una agenda para anotar vuestras
actividades conjuntas y luego repásalas con tu pareja para que veáis todo lo
que sois capaces de compartir.
4. Busca alcanzar «sueños
compartidos». La desilusión comienza cuando se deja de
soñar conjuntamente. Las parejas se unen porque se aman y porque quieren luchar
conjuntamente por esos sueños compartidos. Quizás es el momento de materializar
todos esos sueños que en su día se fueron aplazando por la llegada de los
hijos, la falta de dinero u otras cuestiones. Quizás ha llegado el momento de
desempolvar aquello que siempre habéis querido y que ya habéis olvidado. Y si
después de luchar por alcanzar vuestros sueños en común no los conseguís, no os
preocupéis, pues lo más apasionante siempre
será el viaje.
5. Ríete con tu pareja (todo lo que
puedas y más…). El primer síntoma de que las
cosas empiezan a ir mal entre vosotros es que desaparece la risa. Cuando no hay
ilusión, desaparecen las risas. Quizás aún haya leves sonrisas de compromiso, lo
cual significa que aún hay vida y esperanza. Pero la risa sincera nace en el
alma correspondida, y cuando esta está herida, no puede reír.
6. Lucha por no acomodaros. La acomodación es el síntoma de la pereza, la cual se va apoderando poco a
poco de nosotros y cuando queremos darnos cuenta, ya nos ha invadido. Esta es
posiblemente la principal circunstancia por la que muchas parejas terminan por
separase, pues acaba matando la pasión y el encanto de compartir.
7. Despierta el fuego de tu pasión. Busca momentos especiales, momentos íntimos y hazlos únicos. Desarrolla tu
imaginación, pero sobre todo, entrégate física, mental y emocionalmente. Cuando
se produce esa conjunción de elementos, tu pareja entenderá que en esos
momentos no existe nada más importante sobre la faz de la Tierra que él o ella.
Todos necesitamos sentirnos queridos, y también deseados. No importa si tu
cuerpo o tu físico ya no son como antes, si no tienes la fogosidad de tus años
de juventud. La auténtica pasión está en cómo piensas, en cómo sientes y sobre
todo en cómo te entregas. Después de algunos años, nos olvidamos de poner todo
nuestro ser en los actos íntimos y, con demasiada frecuencia, la otra persona
tiene la sensación de estar en esos momentos con un cuerpo inerte, donde el
alma está ausente.
8. Haz un listado de algunas cosas
que te gustaría que tu pareja se esforzara por cambiar. Cuando uno está ilusionado, el alma está receptiva y desea hacer feliz a la
otra persona, por lo que es posible que intente poner de su parte para cambiar
algunas conductas. Si bien no debes esperar una victoria completa, cualquier
avance es significativo y demuestra lo importante que eres para tu pareja,
esforzándose todo lo posible por hacerte más feliz.
9. Busca sorprender. Cuando pasan los años, pensamos que ya todo está dicho, hablado y hecho.
¡Nada más lejos de la realidad! A todos nos encantan las sorpresas, los
regalos, lo inesperado. Es una forma de decir: «Aún sigues siendo importante
para mí, sigo pensando con cariño en ti». No es necesario sorprender todos los
días, ni siquiera todas las semanas, pero es bueno pensar en sorpresas. ¿Cuánto
tiempo hace que no vais al cine o al teatro? ¿Cuánto tiempo hace que no tenéis
una cena o un viaje romántico? ¿Cuánto tiempo hace que no hacéis una ruta de
senderismo o vais a montar en bicicleta? Haz y propón cosas diferentes, la
imaginación no tiene límites.
10.
Repite estas acciones todos los años. La
ilusión va y viene, razón por la cual debemos alimentarla en todo momento.
Rememora lo mejor del año; anota todo lo especial, todo lo significativo;
apunta detalles y sentimientos; y, por último, repásalo con tu pareja para
recordar sensaciones. Rehaz y construye nuevas y apasionantes ilusiones…
La ilusión se crea, aunque recuerda: también se destruye. Mantener la llama
de la ilusión es igual que mantener siempre el fuego encendido: hay que
alimentarlo con leña nueva que regenere la madera quemada. Si tu pareja no
ha tomado la iniciativa, quizás es el
momento de que la tomes tú. Siempre nos gusta que nos sorprendan, pero una vez
más, quizás debes ser tú quien tome la iniciativa. A veces suele ser bastante
común echarle la culpa al otro de no hacer nada conjuntamente. Suele ocurrir
que algunas personas están dotadas genéticamente para llevar la iniciativa y
otras para dejarse llevar, si bien ambas son necesarias para mantener el
equilibrio. La vida en pareja es una carrera que consiste en que sus
integrantes lleguen juntos a la meta cogidos de la mano. Cada uno tendrá que
dar y aportar lo mejor de sí mismo para alcanzar ese tan bonito, y ahora tan
denostado, fin. Llegar puede que sea importante, pero aún lo es más la forma en
que lo hacemos, en cómo sorteamos las dificultadas y la ilusión que somos
capaces de generar. Nadie nos dijo que fuera fácil; sin embargo, llegar y llegar
bien es un gran triunfo que quizás justifique toda una vida, la tuya, con la
sensación de haber hecho feliz a la persona que elegiste para que te acompañara
en tu camino.
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